jueves, 14 de enero de 2010

Hoy… una visión diferente…


Hoy… Hoy fue uno de esos días que sabes que cambiaran y definirán el resto de tu vida. Un amigo una vez me comento que le entendía que hay momentos en la vida en las cuales hay diferentes opciones y uno toma una de ellas y esa decisión resulta en una consecuencia o en un resultado que afecta el resto de tu vida y gira algo en ti que talvez estaba suelto.

Hoy me levante pensando que seria un día como cualquier otro… la alarma sonó igual que siempre, me levante por el lado derecho de la cama porque el izquierdo es de mala suerte, no puse los pies en el piso frío pues mi bisabuela decía que ocasionaba dolor en los huesos… Pero debí notarlo… hoy el día estaba triste pues el cielo andaba llorando… No hice caso… La misma rutina, tome las mismas calles que me llevaron al mismo edificio, al mismo piso y al mismo parking. La misma música sonó en mi iPod… el mismo “Buenos Días” solté al entrar por la puerta. Me senté, segundos tomo el saber que mi vida cambiaria. Sonó un teléfono, nada de alarmarse pues no era el mío. Luego de escuchar varias lagrimas caer dije “Tranquila todo va a estar bien” a una chica que antes mis ojos parecía ser tan fuerte. “Vamos yo te llevo a ver a tu mama”…

Hoy cambio mi rutina, en vez de estar pensando en tarifas y anuncios, pensaba en la forma mas rápida de llegar a un hospital. Miraba a la chica que tenia los ojos hinchados, las delgadas manos tembloruscas y una mirada perdida… ella buscaba diferentes temas para olvidas y yo buscabas las formas mas rápidas para llegar… Lo único que le decía “tranquila, de seguro son solo los resultados y el doctor quiere hablar con ustedes” Dentro de mi sabia que había algo mas…

Hoy llegue a un hospital que no conocía, acompañando a una chica que me parecía casi igual de desconocida que los pasillos que caminaba. “Aquí es” dijo con su voz entrecortada… abrió la puerta, no sin antes tomar un suspiro que me dejo sin aliento y entro… 3 segundos… 3 segundos tomo el verla salir corriendo como huyendo de su peor pesadilla. Me abrazo… yo la abrace tan fuerte como si con eso pudiera detener una hemorragia que no era visible. Esas hemorragias del alma las cuales las manos son muy pequeñas para detener la sangre que corre descontrolada. La abracé tan fuerte que sentía su corazón latir en mi pecho y sus lagrimas caían en mis hombros. La abracé tan fuerte por que no quería que tuviera tiempo de preguntarme cosas las cuales yo no tenia respuesta… y ahí quedamos un rato… abrazadas en un frío pasillo de hospital…

Mis manos temblaban y mi voz se entrecortaba… Que paso? Quería preguntar… pero quede en silencio. Ella volvió a entrar para enfrentar su peor pesadilla… sin escudos, ni espadas ni armaduras… entro cabiz bajo derrotada de un solo golpe. Busque mi teléfono llamando a personas buscando tranquilidad. Un hombre toca mi hombro y me da 2 servilletas. Lo miro con cara de What the Fuck i’m not crying! Y le doy las gracias. Por alguna extraña razón el sabia la historia y lo que estaba pasando. No tiene carnet de empleado, ni ropa de enfermero, ni bata blanca… tampoco era familia. Quien es? Me preguntaba mientras escuchaba la historia. Escuche abrirse la puerta… dejo mi mirada fija en la chica para escucharla decirme que pasara al cuarto. Tome el mismo suspiro que ella tomo antes de entrar al cuarto… suspiro que no me dio para llenar mis pulmones y entre. 3 segundo… 3 segundo tomo el salir del cuarto como si hubiese visto mi peor pesadilla, para encontrar un pasillo vacío… me recosté de la pared para tratar de recobrar la postura que perdí de un gran golpe… la pesadilla es el saber que vas a ver morir a quien te dio la vida…

Hoy… consolé a una chica que casi no conocía… compartimos los mismos miedos sin hablarlos… abrió la puerta de su pesadilla y la compartió conmigo. Trate de ser fuerte… lagrimas bajaban por mi rostro mientras entendía del porque de las 2 servilletas de aquel misterioso señor. En nuestros próximos abrazos los corazones latían con la misma intensidad. Ya no se sentía sola, sabia que estaba bien el tener miedo pues yo también lo sentía. “Comparte con ella” fueron mis ultimas palabras; ella contesta “no la van a resucitar…”. La abracé y le dije que lo dejara en las manos de Dios. Di media vuelta y sentí que mi mundo colapsaba, por lo menos el mundo como yo lo conocía hasta ese momento. Me monte en mi carro y el cielo seguía llorando al mismo ritmo que mis ojos.

Hoy… llegue al mismo edifico que por primera vez no se me hizo tan grande e impresionante, me estacione en otro piso y mi iPod estaba apagado. Llegue al trabajo y mis primeras palabras fueron “No esta bien”… les conté los resultados de la visita… nadie hablo… me senté en mi escritorio y mi amiga me abrazo… me dio el mismo abrazo que le di a la chica en el hospital. Ella lloro conmigo, aun no se si fue por la historia que contaba o porque ella sabia que tampoco podía detener mi herida… y así, quedamos en silencio en un frío cubículo de oficina.

Hoy… hoy algo cambio. No se si soy mas fuerte o mas débil, mas tranquila o molesta. Pero hoy no me siento la misma que ayer. Hoy llegue a casa, abracé bien fuerte a mami , le dije que la amaba y le conté mi historia. Sueno como ingrata al decir que tienen que pasar historias con casi desconocidos para apreciar mas a los conocidos. Hoy agradecí nuevamente a Dios por quienes me aman y le agradecí por sacarme de la rutina.

Hoy, no fue un día común… pero fue el primer día de una visión diferente…

JRF
1/14/10

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